Nestlé cerró el ejercicio 2014 con una facturación consolidada de 91.517 M.CHF (76.264 M€), una cifra inferior en un 0,6% a la registrada el ejercicio anterior. Descontando el efecto de las divisas (-5,5%), la compañía registra un crecimiento orgánico del 4,5%, un dato positivo pero por debajo del objetivo recogido en el Modelo Nestlé que lo sitúa entre el 5 y el 6% anual. Y si eliminamos el impacto de los precios, el crecimiento real interno (RIG, por sus siglas en inglés) quedó en el 2,3%.

El 44% de los ingresos de la compañía proceden ya de economías emergentes, con cuatro de ellas entre los 10 principales mercados para Nestlé: China, Brasil, México y Filipinas. De hecho, la zona Asia, África y Oceanía presenta la mayor tasa de crecimiento orgánico (5,7%), seguida de América (5.4%), ambas muy alejadas del dato de Europa, un 1,9%.

Recuperación en España y Portugal
En el análisis de sus negocios en el Viejo Continente, Nestlé destaca la recuperación de las filiales de España y Portugal, así como la evolución en Francia, Suiza, Austria y Países Bajos, que sorportaron el crecimiento del grupo en Europa. Por el contrario, Reino Unido, Alemania, Italia y Grecia siguen con problemas.

Nestlé mantiene algunos activos de sus filiales europeas clasificados para una hipotética desinversión, principalmente pertenecientes a sus divisiones de congelados y aguas.

Por divisiones, Nutrition and Health Science obtuvo un crecimiento orgánico del 8.7%, para un negocio que ronda ya los 13.000 M.CHF. También destacó el comportamiento de la divisiones de bebidas (6,4%) y aguas (6,3%). En el lado contrario, los platos preparados tuvieron el peor comportamiento, con un retroceso orgánico de una décima.