La crisis como enfermedad curable

02/3/2015
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La crisis como enfermedad curable
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Por Luis Ximénez.

El pasado 26 de febrero el Círculo de la Sanidad presentó en Madrid el libro azul titulado 'La Sanidad Española en cifras' de cuya lectura se deduce que la larga crisis económica sufrida por el país no ha socavado de forma irreparable los cimientos de su sistema sanitario y que numerosas comunidades autónomas han mantenido un fuerte ritmo de gasto sanitario y farmacéutico.

En una de las instalaciones que la ONCE tiene en la ciudad, destacados representantes del mundo farmacéutico y sanitario se reunieron junto a los medios de comunicación para conocer en detalle los aspectos más interesantes de un informe que, según el director general de la Cartera de Básica de Servicios y Farmacia del SNS, Agustín Rivero, expresa la solidez de un modelo asistencial que ha sabido mantener la calidad en alto grado, a pesar de haber tenido que emprender duras medidas de ajuste. El alto responsable ministerial, que se quejó de que “a él también le habían bajado el sueldo con los recortes” alabó también iniciativas como la del Círculo de la Sanidad, por arrojar luz sobre una materia muchas veces confusa. A la vista de los datos conocidos, Rivero reconoció que todavía subsisten importantes desigualdades territoriales en el acceso a los fármacos innovadores y la prestación de servicios sanitarios, haciendo que la equidad sea más un concepto abstracto que una realidad compartida por todos los ciudadanos.

El libro deja claro cómo únicamente 7 CCAA empezaron a reducir el gasto sanitario una vez que la crisis se hizo manifiesta y que el 57% de los gobiernos regionales incrementaron dicho gasto en lugar de reducirlo. Andalucía, Baleares, Canarias, Cantabria, Castilla y León, Galicia y La Rioja fueron las autonomías que echaron el freno al gasto sanitario, aumentándolo las otras 10 restantes. En todo el país, el gasto sanitario público se mantuvo 1.302 euros como gasto medio por habitante (2011), mientras que Andalucía logró reducirlo un 11% hasta dejarlo en 1.184 euros. En el otro extremo estuvo Asturias, que aumentó el gasto de 1.481 a 1641 euros por habitante en el mismo periodo estudiado. Por su parte, la Comunidad de Madrid gastó en el citado año 1.371 euros por habitante protegido, mientras que Cataluña lo hizo con 1380,9 euros.

El director general de la Fundación Gaspar Casal y coordinador del informe, doctor Juan del Llano, fue el encargado de comentar  los 50 indicadores recogidos en el mismo. Según explicó las prestaciones sanitarias no se han visto seriamente afectadas por lo más crudo de la crisis como indica, por ejemplo, el empleo de la resonancia magnética o la cirugía ambulatoria, servicios de coste elevado. Así mismo, la cobertura asistencial se mantuvo muy próxima a la universalidad, con el 99% de la población atendida en todas las CCAA. No obstante, Del Llano destacó también el retroceso de las coberturas vacunales, especialmente en población mayor (+ de 65 años) que en el año 2012 se redujo un 8,4% respecto al año anterior, quedando situada en el 57%, porcentaje claramente insuficiente. Dichas reducciones fueron más significativas en las CCAA de clima benigno, como los archipiélagos, Murcia, Valencia o Extremadura.


Ángel Puente, presidente del Círculo de la Sanidad; Agustín Rivero, director general de la Cartera de Básica de Servicios y Farmacia del SNS (Ministerio de Sanidad); y Juan del Llano, director general de la Fundación Gaspar Casal.

Del Llano también anotó que recursos sanitarios como la dotación de personal de Atención Primaria o el número de plazas en centros de Día no se vio capidisminuida por la crisis, no ocurriendo lo mismo en la disponibilidad de camas hospitalarias, que si se vieron reducidas en alguna medida. En ese mismo terreno, también se vio algo afectado el indicador de calidad del sistema sanitario “lista de espera” para cirugía no urgente, que se aumentó en 5 días, pasando de 71 a 76 días de espera, una demora claramente vinculable a los recortes presupuestarios.

A pesar del carácter descriptivo del informe, y de que recoge como resumen que la mayoría de los ciudadanos se siente más sanos que antes de la crisis, con un 75% frente al 71% inicial, el trabajo es claramente insuficiente porque deja fuera el real decreto 16/2012 con su secuela de recortes, ajustes y reducciones. En general, 'La Sanidad en cifras' recoge un nivel de satisfacción en la ciudadanía respecto a la asistencia que reciben, significativamente superior (66%) al de etapas previas a la crisis (63%) en virtud de la profesionalización progresiva de los trabajadores del SNS y al mantenimiento “forzoso” del presupuesto sanitario a costa de los proveedores, que en el sector farmacéutico no fueron otros que los laboratorios y sus largas esperas para cobrar.

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