La firma francesa usará una impresora 3D para crear sus propios tejidos, que hasta ahora fabricaba gracias a donaciones de operaciones estéticas.

La impresión 3D no solo va a beneficiar al sector médico y farmacéutico, también lo hará en el de la cosmética. Producir tejidos para probar los productos es una solución que ya está poniendo en marcha L’Oréal, una de las empresas de belleza más grandes del mundo. La firma francesa ha llegado a un acuerdo con Organovo para tener la exclusiva de esta iniciativa.

De hecho, L’Oréal lleva desde los años 80 fabricando su propia piel para poder probar la eficacia de sus productos, pero hasta ahora se obtenía de tejidos procedentes de donaciones de operaciones de cirugía estética. 60 científicos han estado trabajando en los laboratorios de la marca con hasta 100.000 muestras de piel humana. De todas las muestras, la compañía usa la mitad y vende el resto a alto precio.

Pero esta técnica usada hasta ahora suponía un coste muy elevado para la compañía y mucho tiempo de trabajo. Con la impresión 3D por parte de Organovo se espera que se produzca un avance gracias a que se va a poder imprimir los tejidos, mientras los científicos de la compañía francesa realizarán el diseño y el desarrollo de estos.

Gracias a todo este proceso, probar la toxicidad y los resultados de los productos de L’Oréal será mucho más rápido que hasta ahora. El coste también se prevé que será menor y dará muchas más probabilidades y facilidades que hasta ahora.