Rezolsta llega a España para diferentes perfiles de paciente en VIH

08/7/2015
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Rezolsta llega a España para diferentes perfiles de paciente en VIH
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Antiinfecciosos  

Desde el pasado 1 de julio está disponible en España Rezolsta, una nueva terapia de Janssen para VIH que combina en un sólo comprimido el inhibidor de la proteasa darunavir, caracterizado por su alta barrera genética y eficacia en diferentes escenarios, junto con un nuevo potenciador, cobicistat, caracterizado por un favorable perfil de tolerabilidad y una menor capacidad para generar interacciones con otros fármacos por su metabolismo más específico que ritonavir. Rezolsta está indicado para ser administrado en una dosis fija diaria, junto con otros antirretrovirales, para el tratamiento del VIH en adultos mayores de 18 años.

El doctor Josep Mallolas, consultor senior del Servicio de Infecciones del Hospital Clínic de Barcelona, admite que esta nueva formulación terapéutica es “tremendamente versátil y puede estar en el escenario de tratamiento de cualquier paciente de VIH”. “Los resultados de varios estudios- concreta el doctor Mallolas- avalan esta terapia como válida para numerosos tipos de pacientes adultos, tanto aquellos que no han recibido tratamiento previo, como los que han fracasado en terapias anteriores y se someten a tratamiento de rescate, e incluso pacientes con insuficiencia renal o una carga viral muy elevada, que no toleran otro tipo de terapias”.

A este respecto, el doctor Enrique Ortega, jefe del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital General Universitario de Valencia, apunta que, debido a sus características específicas, Rezolsta es un tratamiento que facilita el manejo de la enfermedad, ya que “tiene menos incompatibilidades con otros fármacos, mantiene la eficacia de otras terapias anteriores, minimiza los efectos adversos y no crea resistencias”.

Simplificación del tratamiento
Otro de los aspectos que destacan los especialistas es la posibilidad que ofrece Rezolsta de simplificar el tratamiento y facilitar así su cumplimiento a los pacientes. Hasta ahora, los pacientes recibían darunavir, junto con ritonavir, en dos comprimidos por separado, lo que podía dificultar el seguimiento del tratamiento y propiciar el olvido de alguna de las dos pastillas. El doctor Mallolas explica que “la falta de adherencia puede llevar al fracaso del tratamiento, y cuando esto ocurre, la carga viral es detectable y entonces puede transmitirse el virus; de ahí la importancia que implica cumplir exhaustivamente el tratamiento”. En este sentido, el experto apunta que la combinación en una sola pastilla del inhibidor de la proteasa y del potenciador evita la adherencia selectiva y ofrece mayores posibilidades de éxito terapéutico; “en ocasiones- explica- cuando el paciente tiene que tomar dos pastillas se olvida de una de ellas, por lo que se pierde el efecto terapéutico, ya que tomar uno solo de los comprimidos o hacerlo por separado no sirve para nada”.

Los pacientes que ofrecen menos garantías de adherencia han sido siempre pacientes candidatos a inhibidores de la proteasa por su barrera genética y ahora además, con Rezolsta, se añade la sencillez posológica que necesitan estos pacientes.

Necesidades no cubiertas en VIH
Mientras que las necesidades terapéuticas se van satisfaciendo con el desarrollo de innovaciones farmacológicas que permiten al paciente de VIH tener una carga viral indetectable y una mejor calidad de vida, los especialistas apuntan a otra serie de mejoras aún por conseguir.

El doctor Enrique Ortega menciona la necesidad de desarrollar ámbitos como el de la telemedicina, por ejemplo, “que permita facilitar el seguimiento de los pacientes. De esta manera se reduciría la frecuencia de visitas al hospital, y el paciente sólo tendría que acudir para someterse a análisis de sangre”.

El especialista también destaca las lagunas de carácter educativo que existen de cara a la población. “Es preciso revertir el estigma social que sufren las personas con VIH, invirtiendo en campañas de concienciación y educativas, que permitan un cambio de paradigma social, paralelo al cambio de paradigma terapéutico que se está produciendo. Todavía hay gente que asegura que cambiaría de trabajo si supiera que un compañero tiene VIH, y hay que acabar con esto”, añade el doctor Ortega.


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