El cáncer de vejiga se encuentra entre los cuatro más frecuentes en nuestro país. Cada año se detectan en Europa 150.000 nuevos, el 80% de los cuales se encuentra en su fase inicial.

Esta detección de la enfermedad en un estado temprano resulta de vital importancia para médico y paciente, puesto que permite abordar el tratamiento de forma más individualizada. Esto supone para el afectado, más allá de la curación, un impacto directo en su calidad de vida.

La aparición de sangre en la orina es el síntoma y  signo cardinal de este tipo de tumor, que se divide según su gravedad en: músculoinvasivo (si afecta al músculo vesical) y metastático, cuando  se disemina hacia otros lugares.

Según explican desde el Instituto de Urología Avanzada, las opciones de tratamiento en estas fases va a variar desde un enfoque curativo basado en la cirugía, pero habitualmente con necesidad de tratamientos auxiliares intravesicales o sistémicos, en la enfermedad localizada a tratamientos paliativos en la enfermedad mestastásica.

A la individualización del tratamiento contribuye desde hace pocos meses Blappder, una aplicación para móvil y Google, ideada  por el propio doctor Llanes y desarrollada en el seno del Hospital de Torrejón de Madrid, donde es jefe del servicio de urología.

Según explica el urólogo, es una app dirigida a este sector profesional, que facilita la decisión del tratamiento tras la cirugía inicial del cáncer de vejiga superficial. Se basa en artículos científicos que estratifican este cáncer, en estado no avanzado, en grupos de riesgo (bajo, medio y alto) y en base a estos grupos indica la mejor alternativa terapéutica.

Avalada científicamente por la Sociedad de Urología Madrileña (SUM), la aplicación ayuda también a optimizar dicho tratamiento, en un tipo de tumores que recidivan (vuelven a aparecer al año)  en más de un 60%, lo que obliga a múltiples intervenciones y tratamientos a lo largo de la vida.

Aprender a orinar de nuevo
Los procedimientos quirúrgicos pueden llegar, si hablamos de la variedad músculoinvasiva del tumor, a la realización de una cistectomía radical, la operación abdominal, según Luis Llanes “más agresiva que existe”. Es en este punto donde interviene Da Vinci, el puntal tecnológico del ICUA, un sistema con brazos robotizados que opera con un mecanismo de joystick. Los 'bisturís' de este robot hacen las veces de manos del cirujano, sólo que con más precisión y de manera más fina. En palabras del doctor Llanes “con una posibilidad de mejorar los resultados funcionales sin comprometer los oncológicos con respecto a la técnica abierta o laparoscópica“.

Esto implica también una minimización de las secuelas de la operación, aunque en el cáncer que nos ocupa, el de vejiga, el doctor pone la atención en los casos en los que, o bien es necesario vivir con un estoma externo,  una bolsa de orina en el abdomen inferior, o bien es necesaria la realización de una neovejiga intestinal.

Este último supuesto supone “aprender a orinar de nuevo”, puesto que la nueva vejiga no tiene sensibilidad y es necesario enseñarle de manera programada. También, explica, por último, resulta inevitable la incontinencia nocturna, debido a las contracciones intestinales normales de la nueva vejiga.

El Dr Luís Llanes González pertenece al Instituto de Urología Avanzada de Clínica Cemtro de Madrid. Desde 2011 es el jefe del Servicio de Urología del Hospital Universitario de Torrejón (Madrid). Ha desarrollado en paralelo una actividad docente dedicada a los alumnos de Medicina y áreas relacionadas, inicialmente en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid  y desde 2014 es profesor asociado de la Universidad Francisco de Vitoria (Madrid) y coordinador del área de Nefrología y Urología.