Nestlé ha invertido más de 13 millones de euros en el área de papillas infantiles de la fábrica cántabra de La Penilla, que ha permitido un incremento del 25 por ciento de la capacidad productiva de las líneas de producción de cereales de la planta cántabra.

Según ha informado la compañía, la inversión se ha completado en 2017 y ha consistido en la renovación de la zona de tratamiento de las materias primas y en la mejora de diversas líneas de proceso, como las de secado y mezcla en seco, con las que cuenta la factoría.

Con ello, se ha conseguido una optimización de la gestión de los procesos de fabricación que ha permitido incrementar la capacidad productiva de la planta de La Penilla.

La previsión es que esta fábrica produzca cerca de 18.500 toneladas de cereales infantiles durante 2018, casi un 70 por ciento más del volumen fabricado a principios de la década, como consecuencia del incremento de la demanda producida en estos últimos años.

Además, en la actualidad, cerca del 70 por ciento de la producción se exporta a más de 30 países, entre los que destacan, principalmente, la región de Oriente Medio, Inglaterra y Francia.

Desde 2015, el área de cereales infantiles de la fábrica de La Penilla también ha experimentado un aumento de personal con la incorporación de 15 nuevos empleados.

Así, actualmente, unas cien personas, de los más de 900 trabajadores con los que cuenta la plantilla de media, desarrollan su actividad de forma regular en las dos líneas de fabricación y en las cinco líneas de envasado y acondicionamiento del área de papillas infantiles de la planta cántabra.

Instalada en 1905, la fábrica de Nestlé en La Penilla fue la primera de la compañía en España e, inicialmente, estuvo dedicada a la elaboración de harina lacteada para, poco después, comenzar la producción de leche condensada hasta 1929, que fue cuando inició la fabricación de chocolates.

Hoy, la factoría cántabra es uno de los centros de producción más importantes de Nestlé España y cuenta con una plantilla media de 900 trabajadores que se dedican a la producción de chocolates y productos de confitería, cacao soluble, papillas infantiles y leche en polvo.

Tuvo un volumen global de fabricación de más de 92.000 toneladas en 2017 y el 40 por ciento de su producción anual se exporta a Europa, en concreto, a países como Francia, Reino Unido, Italia, Alemania, Grecia y Portugal, entre otros, así como a países de Oriente Medio.