Ferrer vende Diater por 45 millones y sigue en su reestructuración

11/6/2019
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Ferrer vende Diater por 45 millones y sigue en su reestructuración
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Laboratorios  

El grupo prevé reinvertir los fondos en comprar nuevos fármacos o empresas innovadoras.

El grupo Ferrer firmó la venta de Diater, una biotec que desarrolla productos de inmunoterapia para alergias, a la gestora de inversión Nazca por 45 millones de euros. La venta supone un paso más en el proceso de reordenación de activos de Ferrer, que está desinvirtiendo en negocios que considera no estratégicos para centrarse en desarrollar y comercializar fármacos de innovación propia y, en España, también productos de autocuidado de la salud.

Fuentes cercanas a Ferrer explicaron que la operación deja a Nazca con el 85% del capital de la biotec madrileña, mientras el restante 15% queda en manos de sus fundadores, Ricardo Palacios y José Ángel López.


Mario Rovirosa, consejero delegado de Ferrer Internacional.

Ferrer entró en el capital de la biotec hace más de una década. Desde entonces la firma ha consolidado su modelo de negocio y el año pasado tuvo unos ingresos de 16,6 millones de euros, con un beneficio operativo o ebitda de 5 millones y más de 55.000 pacientes tratados anualmente. La inversión ha sido realizada por el fondo Nazca IV, que prevé potenciar el crecimiento de la biotec, impulsando su internacionalización y ampliando su capacidad productiva.

La venta de Diater se suma a las desinversiones que desde el 2018 ha realizado el grupo de la familia Ferrer-Salat. Así, en enero del 2018 vendió Tromms­dorff (una compañía alemana especializada en medicamentos y suplementos alimentarios) al grupo Dermapharm por 100 millones de euros. En diciembre vendió Tarbis, su filial de genéricos,a la compañía india Hetero y hace un par de meses cerró su filial biotec, Spherium, tras recomprar sus participaciones al equipo fundador.

Mario Rovirosa, que hace año y medio sustituyó como consejero delegado del grupo a Antoni Vilaró, ha planteado un nuevo plan estratégico para “hacer sostenible el futuro de Ferrer”, que el año pasado tuvo unas ventas de 651 millones de euros, con unos beneficios de 12,1 millones, y que ha visto reducir sus ingresos y su rentabilidad en los últimos años.

El plan estratégico prevé reducir la complejidad del grupo, saliendo de negocios no estratégicos, y reforzar su core business con los recursos de las desinversiones, que podrían llegar a alcanzar los 200 millones de euros. La firma busca comprar productos ya en el mercado, con derechos internacionales, o bien compañías focalizadas en la innovación. La firma había apostado por invertir en empresas innovadoras, pero ahora quiere volver a internalizar la I+D,

El plan estratégico de la compañía quiere también aumentar la rentabilidad del negocio internacional abriendo filiales para sustituir a los distribuidores en sus principales mercados: hoy obtiene el 60% de sus ingresos en 115 países, con filiales propias en sólo 19.

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