Arrancamos el año 2021 y, desde Asefarma, como cada ejercicio económico, hacemos balance sobre el conjunto de aquellos aspectos más significativos que lo han configurado. Además, este año, con especial atención a la situación excepcional vivida a causa del COVID-19.

La pandemia del COVID-19 ha salpicado a todos los sectores en mayor o menor medida. Sin embargo, como indica Patricia Fernández, responsable del departamento de Contabilidad de Asefarma, las farmacias “han sufrido variaciones en la facturación respecto a 2019 a consecuencia del COVID-19 pero se han visto afectadas de manera distinta o desigual según su ubicación”.

Farmacias de centros comerciales
Por ejemplo, las farmacias de paso o situadas en centros comerciales han cerrado el año con una facturación más baja ya que durante el periodo de confinamiento su actividad disminuyó mucho y no han conseguido remontar a final de año.

Farmacias cercanas a centros de salud
Asimismo, las farmacias cercanas a centros de salud han disminuido también considerablemente sus ventas porque se incluían los medicamentos en la receta electrónica de cada paciente y estos lo compraban en su farmacia más cercana o porque incluso algunas de ellas tuvieron que llegar a cerrar.

Farmacias de barrio
Finalmente, la facturación de las farmacias de barrio se ha visto notablemente incrementada “debido a que la gente durante el confinamiento iba a su farmacia más cercana dejando de lado a las de paso en su día a día”.