La cirugía mínimamente invasiva -llevada a su mejor expresión a través de la robótica-, la digitalización y monitorización remota y el aumento de la longevidad de nuestros dispositivos son algunas de nuestras grandes apuestas tecnológicas para afrontar los actuales retos sanitarios. No son conceptos nuevos para nosotros. En el caso de la cirugía mínimamente invasiva, por ejemplo, podemos ver sobradas muestras de su eficiencia asistencial: reduciendo significativamente las complicaciones postoperatorias y, con ello, las estancias hospitalarias. Un factor que puede aligerar las listas de espera, un problema acuciante para el sistema. Pero también sus beneficios para los pacientes, que ven mejorada y agilizada su recuperación; ahí es donde queremos hacer hincapié. La robótica será el factor que termine de perfeccionar este enfoque quirúrgico, con sistemas que unen la máxima precisión con inteligencia artificial y algoritmos de análisis de datos para la optimización de las intervenciones.

Somos y seguiremos siendo disruptivos cuando se trata de innovaciones. El reto reside en que los pacientes accedan a ella en tiempo y forma. Al aumento de los costes en un entorno con recursos limitados y el envejecimiento de la población hay que sumar las enfermedades crónicas, que suponen ya casi las tres cuartas partes de todas las muertes a nivel mundial: las patologías cardiovasculares y respiratorias, el cáncer y la diabetes representan el 80% de todas ellas. Pero sabemos que muchas se pueden prevenir, o al menos tratar con buen pronóstico cuando se detectan a tiempo. Entonces, ¿por qué conformarnos?

Tradicionalmente los sistemas de atención médica han basado su funcionamiento en la adquisición de productos en relación directa a su precio. Pero si queremos un sistema que de verdad pone al paciente en el centro, se necesita un intercambio a otro nivel. Debemos ser capaces de medir el valor de ese producto en términos de resultados clínicos a largo plazo en lugar de transacciones a corto plazo. Cuando eso sucede, no solo obtenemos mejores resultados para los pacientes, sino también un uso más eficiente de los recursos.

Desde Medtronic estamos seguros de tener los conocimientos y la capacidad para actuar de forma competitiva en este escenario. Llevamos casi una década ofreciendo servicios y soluciones más allá de nuestros dispositivos adaptadas a la realidad de cada región, de cada hospital, de cada profesional: formación especializada, plataformas para la transformación digital de los centros, partnerships con sociedades científicas para la promoción de la evidencia científica, puesta en marcha de protocolos de eficiencia asistencial…

Proyectos como Get Ready®, una solución digital de gestión de pacientes en remoto que permite a los hospitales prepararlos antes de una intervención, hacerles seguimiento después de esta e incluso monitorizar potenciales riesgos de pacientes en lista de espera desde su casa. O la puesta en marcha del protocolo ERAS (Enhanced Recovery After Surgery) en los servicios quirúrgicos, una combinación de acciones antes, durante y después de la cirugía que mejoran la recuperación del paciente y agilizan su alta; son algunos de los proyectos que ya tenemos funcionando y pueden dar buena muestra de este enfoque y sus resultados.

Ese es nuestro objetivo: no queremos ser sólo proveedores… sino socios del sistema sanitario. Un aliado al que confiarle la resolución de problemas y optimización de recursos para que los profesionales sanitarios puedan centrarse en lo que de verdad importa: seguir salvando y mejorando más vidas.

^{Referencias:
1.- https://www.medtronic.com/us-en/our-company/bold-ambition-future-of-healthcare-technology.html}