En los dos primeros meses de 2021 el mercado de medicamentos evoluciona negativamente tanto en recetas como en valores. Las intensas restricciones y cambios en la forma que se produce la asistencia primaria por efecto de la pandemia son las causas principales a las que hay que atribuir el crecimiento negativo que se está produciendo. Descontando el previsible descenso en marzo, es posible que el mercado se recupere en el último trimestre del año si avanza el proceso de vacunación y se vuelve a la asistencia presencial en los centros de atención primaria. Son las valoraciones del Observatorio del medicamento del mes de febrero.

Frente a esta evolución negativa se observa un aumento del precio medio de las recetas que pone en evidencia un efecto nulo de la última Orden de Precios de Referencia, y también indica que las modificaciones introducidas en la Ley de Presupuestos para ampliar la gratuidad de copago a amplios colectivos no indican que nadie se viese privado de medicamentos por la aportación. La causa, de momento, hay que atribuirla al funcionamiento de los servicios de atención primaria durante la pandemia.

Por el contrario, el mercado hospitalario continúa creciendo, aunque este año de forma más moderada un +4,96.

El editor destaca en su carta que “en este mes el Ministerio de Sanidad ha conseguido cerrar el año 2020 en cifras globales del gasto hospitalario, sin que haya ninguna posibilidad de conocer su composición interna, ni su distribución geográfica, de una forma semejante a cómo se conocen los datos que proporciona la facturación de las oficinas de farmacia y eso, en estos tiempos, es un grave déficit de información y una invitación a gestionar huyendo de responsabilidades, algo que hemos puesto de manifiesto desde FEFE con motivo del informe de la AIReF sobre el gasto hospitalario”.

Los medicamentos más consumidos en unidades son: analgésicos (Nolotil, Paracetamol Kern, Enantyum y Paracetamol Cinfa); anticoagulantes de distinto tipo (Adiro y Sintrom); hormona tiroidea (Eutirox); tranquilizantes con benzodiacepinas (Orfidal y Lexatin) y un broncodilatador (Ventolin).