El 90% de los pacientes con dolor que acuden a la farmacia se pueden tratar con medicamentos sin receta

14/6/2021
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El 90% de los pacientes con dolor que acuden a la farmacia se pueden tratar con medicamentos sin receta
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Sistema nervioso  

Muchas consultas en la farmacia están relacionadas con el dolor y se estima que el 90% de los pacientes que acuden con dolor a la oficina de farmacia pueden tratarse con medicamentos sin receta. En esta situación es clave el consejo del farmacéutico para realizar un abordaje eficaz.

Por eso, para ayudar a mejorar el manejo del paciente con dolor, Kern Pharma ha puesto en marcha la formación “Cómo abordar el dolor en tu farmacia. Dolor agudo y analgesia”, que se enmarca en su programa formativo Kampus by Impulsa, que está desarrollando junto a los principales mayoristas del país.

En las sesiones participan la farmacéutica comunitaria y miembro del grupo de dolor de SEFAC, Alicia González; y la actriz y presentadora Esther Arroyo, que por sus vivencias personales es una paciente que convive con dolor.

¿Cómo saber qué tratamiento es el más adecuado en cada caso?

Los dolores más frecuentes de consulta en la oficina de farmacia son los de espalda, articulares, menstruales, dentales, las cefaleas y los dolores de garganta y oído. Y para saber si es necesario indicar un tratamiento farmacológico o no farmacológico o derivar a la consulta del médico es importante plantear varias preguntas: desde la edad del paciente hasta la aparición, localización, duración e intensidad del dolor; si existe un diagnóstico previo; si toma otros fármacos; si tiene alergias u otras enfermedades asociadas o si responde a una situación especial (embarazo, inmunosupresión o quimioterapia). 

Según Alicia González, “el alivio del dolor es un derecho fundamental. Y saber clasificar correctamente el dolor permite al farmacéutico elegir bien el tratamiento más aconsejable para cada paciente”. La farmacéutica también pone de relieve que “los analgésicos y los AINE son los medicamentos más utilizados para tratar el dolor agudo y la posibilidad que ofrecen productos que ya combinan ambos supone una gran innovación porque permiten aunar el efecto de ambos principios activos a la menor dosis posible”.

Esther Arroyo, por su parte, ha hecho hincapié en “la proximidad del farmacéutico, un profesional sanitario que por su cercanía puede aconsejar y facilitar información muy útil a los pacientes con dolor, que muchas veces nos sentimos solos o incomprendidos al tratarse de una patología subjetiva y de difícil diagnóstico”.

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