¿Los protectores solares caducan?

05/7/2022
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¿Los protectores solares caducan?
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Dermatología  

La farmacéutica Inmaculada Canterla, especializada en dermocosmética, ha advertido de que los protectores solares caducan "de un año para otro", perdiendo así su eficacia, por lo que no recomienda usarlos pasado el tiempo indicado en el envase tras su apertura.

"Con el paso del tiempo, los componentes de los protectores solares se van degradando como en cualquier otro producto. Cuando hablamos de un dermocosmético o un producto serio para la piel, éste actúa como un medicamento (teniendo en cuenta que la piel es un órgano como otro cualquiera) y como tal, tendrá una fórmula científica detrás para conseguir su fin", ha apuntado.

Por ello, Canterla expone qué puntos se deben tener en cuenta a la hora de comprar o aplicar un filtro solar. "Hay que saber que, según la legislación actual de la Unión Europea, todos los productos cosméticos deben mostrar una fecha de caducidad visible o fecha de duración mínima", advierte.

No obstante, los productos con una duración mínima de más de 30 meses (es decir, dos años y medio) no necesitan fecha de caducidad; pero sí deben indicar el período de eficacia tras la apertura en meses (PAO, por sus siglas en inglés). En el caso de los protectores solares, este suele ser el único indicador que aparece a través de un pequeño símbolo en forma de tarro abierto y que indica cuánto tiempo puede pasar tras la apertura del envase sin que el producto cause daño alguno al consumidor.

Normalmente, los protectores solares tienen un PAO de 6-12 meses, lo que indica que pasados estos meses tras su apertura, el fabricante no asegura la efectividad del producto y es el propio usuario el que se arriesga al utilizarlo.

No es recomendable utilizar fotoprotectores abiertos de un año para el otro, ya que eso devalúa el factor de protección. Es posible que experimenten cierta pérdida de eficacia o una degradación de los ingredientes. Aunque la mayoría de los protectores solares siguen manteniendo cierta potencia durante períodos más largos de tiempo, "usarlos después de los meses es poner el riesgo la salud de la piel".

"Seleccionar productos con fecha de caducidad clara, marcada, concisa y no larga es sinónimo de garantía, calidad, seriedad y seguridad", afirma la farmacéutica. "Aunque muchas veces esto puede incomodar al consumidor, el tener fechas de caducidad no muy largas quiere decir que el producto tiene una rotación de stock, por lo que no se está aplicando un producto viejo que carece de propiedades", afirma.

En la Legislación Europea, todos los productos dermocosméticos siguen las directrices que marca la Comisión Europea. En referencia a los filtros solares, el método de referencia para determinar el factor de protección es el europeo: el Método COLIPA, y lo habitual es que en el envase venga indicado por las siglas CE.

Uno de los puntos característicos de los filtros solares es que su composición es inestable, lo que hace que el paso del tiempo, la luz y el aire los deteriore. Por ello, es importante saber cómo debe mantenerse este tipo de productos para conservarlos en las mejores condiciones posibles.

Los filtros solares no necesitan cadena de frío, ni transporte y/o una conservación especial, pero sí que su conservación debe reunir unas condiciones adecuadas: Desde su elaboración hasta su aplicación, los filtros solares deben conservarse a la temperatura idónea (una temperatura media aproximada de 25ºC); las temperaturas altas siempre derivan en pérdida de actividad, inactivación o cambios de aspecto, lo que puede alterar la composición y estropear la función del mismo, deteriorando el producto antes de tiempo; se suelen conservar mejor en envases de vidrio y, finalmente, "no deben exponerse a una luz solar directa, teniendo en cuenta factores como la humedad o los umbrales de temperatura alcanzados y tiempo de permanencia a dichas temperaturas".

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