Reducir la nicotina podría reducir su consumo en personas con ansiedad

08/11/2022
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Reducir la nicotina podría reducir su consumo en personas con ansiedad
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Respiratorio  

Reducir la cantidad de nicotina en los cigarrillos a niveles no adictivos podría reducir el consumo de tabaco sin empeorar la salud mental de los fumadores con trastornos del estado de ánimo o de ansiedad, según investigadores de la Facultad de Medicina de Penn State y de la Escuela de Medicina de Harvard, en Estados Unidos.

Los autores del estudio, publicado en la revista 'PLoS ONE', aseguran que la reducción del contenido de nicotina en los cigarrillos también podría disminuir la adicción, reducir la exposición a tóxicos y aumentar las posibilidades de que el fumador deje de fumar.

El tabaco sigue siendo la principal causa evitable de muerte prematura y enfermedad en muchos países. En Estados Unidos y Nueva Zelanda las autoridades sanitarias pretenden limitar la cantidad de nicotina de los cigarrillos a niveles mínimamente adictivos.

Investigaciones anteriores indican que la reducción del contenido de nicotina podría ayudar a los fumadores a dejar de fumar, pero hay pocas pruebas que demuestren si estas políticas podrían afectar negativamente a los fumadores con trastornos afectivos actuales o anteriores, como la depresión y los trastornos de ansiedad, que se calcula que afectan al 38% de los fumadores de cigarrillos en Estados Unidos.

Según Jonathan Foulds, profesor de ciencias de la salud pública y de psiquiatría y salud conductual, los fumadores con trastornos mentales tienen más probabilidades de sufrir síntomas graves de abstinencia de la nicotina y de tener menos éxito a la hora de dejar de fumar. Y añade que se especula con que reducir el contenido de nicotina a niveles muy bajos podría empeorar los síntomas psiquiátricos de los fumadores con problemas de salud mental y llevarlos a fumar más y a una mayor exposición a tóxicos, o sustancias químicas nocivas.

Los investigadores estudiaron a 188 fumadores con antecedentes o que padecían un trastorno del estado de ánimo o de ansiedad y que no tenían planes de dejar de fumar. Los participantes voluntarios fueron asignados aleatoriamente a un grupo que recibió cigarrillos de investigación con la cantidad habitual de nicotina (11,6 mg de nicotina/cigarrillo) o una cantidad progresivamente reducida de nicotina durante un periodo adicional de 18 semanas (la cantidad final fue de 0,2 mg de nicotina/cigarrillo). Al principio y al final del estudio, los investigadores midieron los niveles de cotinina, un metabolito de la nicotina, los niveles de sustancias químicas nocivas, los índices de dependencia del cigarrillo y varias medidas de salud mental.

Los investigadores no observaron diferencias estadísticamente significativas en las medidas de salud mental entre los dos grupos al finalizar el estudio. El equipo utilizó la Escala de Angustia Psicológica de Kessler, una evaluación de autoinforme de seis ítems en la que los participantes informaron en una escala de 5 puntos del grado en que experimentaban sentimientos o emociones como "nervioso", "desesperado" o "tan deprimido que nada podía animarlo".

Las puntuaciones se elaboran sumando los puntos de las seis experiencias. Los participantes del grupo de contenido reducido de nicotina obtuvieron una puntuación media de 5,3 al principio del estudio y terminaron con una puntuación media de 4,6, mientras que los participantes del grupo de contenido habitual de nicotina obtuvieron una puntuación de 6,1 al principio del estudio y terminaron en torno a 4,9.

"Estos resultados son importantes porque queremos entender el efecto que estas políticas tendrían en los fumadores con trastornos de ansiedad o depresión -asegura Foulds, investigador del Instituto del Cáncer de Penn State-. Nuestros datos mostraron que no había una diferencia significativa en las medidas de salud mental entre los grupos, lo que sugiere que los cigarrillos con nicotina reducida podrían no tener efectos psicológicos adversos en esta población".

De forma similar a lo que informaron estudios anteriores, Foulds y su equipo descubrieron que los grupos con contenido reducido de nicotina absorbían menores cantidades de nicotina e ingerían menores niveles de carcinógenos nocivos, como el biomarcador 4-(metilnitrosamino)-1-(3-priidil)-1-butanol), más conocido como NNAL. Ese grupo también fumó menos cigarrillos y declaró niveles más bajos de adicción a la nicotina al final de la fase aleatoria del ensayo.

Como característica exclusiva de este estudio, los participantes de ambos grupos también tuvieron la opción de "elegir su tratamiento" tras el periodo de 18 semanas. Podían volver a usar sus propios cigarrillos, seguir fumando los cigarrillos de la investigación o intentar dejar de fumar. De los 188 participantes en el estudio, los asignados al azar a los cigarrillos de contenido reducido de nicotina tenían más probabilidades de haber dejado de fumar 12 semanas después (18,1%), en comparación con los del grupo de control (contenido habitual de nicotina) (4,3%). "Creemos que éste es el primer ensayo aleatorizado que constata que los fumadores que utilizaron cigarrillos de muy bajo contenido en nicotina tenían una probabilidad significativamente mayor de haber dejado de fumar (con verificación bioquímica), tres meses después del final del ensayo", apunta Foulds.

"Nuestros resultados sugieren que estas políticas probablemente darán lugar a una menor absorción de nicotina de los cigarrillos sin empeorar la salud mental de los fumadores con trastornos del estado de ánimo o de ansiedad -subraya el doctor Eden Evins, profesor de la familia Cox de Psiquiatría en la Escuela de Medicina de Harvard-. También sugieren que, con el apoyo y los recursos adecuados, los fumadores con trastornos del estado de ánimo y de ansiedad podrían dejar de fumar con éxito como resultado de estas políticas".

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