Tras el anuncio hace unas semanas por parte del Gobierno de su previsión de eliminar la obligatoriedad de las mascarillas en el transporte público, pero de mantenerla en establecimientos sanitarios, en Shoppertec, consultora especializada en inteligencia cliente, experiencia de cliente y en la llegada al mercado en el sector farmacéutico, dimos voz a la Farmacia y les preguntamos su opinión sobre si mantener la obligatoriedad de las mascarillas, beneficia o perjudica a la farmacia.

El estudio resultante, con más de 400 respuestas, recoge su opinión sobre la medida, muestra sus inquietudes y como la Oficina de Farmacia se ve afectada por ella.

El 65% de las Farmacéuticos encuestados muestra desacuerdo con que se mantenga el uso de las mascarillas en la Oficina de Farmacia. Argumentan que, al no ser necesaria en ningún otro establecimiento, y al dejar de serlo ahora en el transporte público, el público general dejará de utilizarla y llevarla consigo, con lo cual, el acceso a la farmacia, un establecimiento tradicionalmente de cercanía al cual se acude andando, al requerir del uso de la mascarilla puede verse perjudicado.

Actualmente, según indican los propios farmacéuticos, la mascarilla es un motivo de conflicto con el cliente, dado que al no tener que usarla en otros lugares, insisten en entrar a la farmacia sin ella o bien tienen que marcharse, perdiendo un cliente, situación que se agravará aún más con la entrada en vigor de esta medida. “Clientes que vienen por parafarmacia a los que se les olvida la mascarilla cambian de comercio por no volver o no comprar una”, o “Nadie se la pone y tenemos que hacer de "policía" con los clientes”, son algunos de los motivos con los que argumentan su oposición a la medida.

De hecho, al consultarles sobre si en alguna ocasión permiten a sus pacientes-clientes entrar en la farmacia sin mascarilla, el 50% hace excepciones y permite entrar a sus clientes en ocasiones, y un 15% lo permite siempre. Son las farmacias grandes las que en este aspecto se muestran más restrictivas, ya que el 43% afirma que nunca permite la entrada sin mascarilla.

Por el contrario, hay un 29% de Farmacéuticos que se muestran de acuerdo con que se mantengan las mascarillas. Opinan que es una herramienta que aumenta la seguridad y la higiene, tanto de los clientes como del propio personal de la farmacia cuando se encuentran cara al público, y que, al tratarse de un establecimiento sanitario, la mascarilla ha de mantenerse, siempre que se mantenga también en Centros de Salud y Hospitales. “En tanto que la obligatoriedad sea en establecimientos sanitarios, la farmacia debe estar incluida”, “Nos protegen de otras enfermedades, no solo de COVID, pero sí que es verdad que la relación con los clientes cada vez se vuelve más hostil”.

El 62% de las farmacias afirman que mantener la obligatoriedad de las mascarillas va a afectar negativamente a su negocio, el 75% opina que la mascarilla afecta a la interacción con sus clientes-pacientes, y el 87% que el uso de la mascarilla es para sus clientes-pacientes motivo de incomodidad (no uso la mascarilla en mi día a día, la tengo que llevar encima, me la olvido y tengo que volver…).

La experiencia de compra en el canal farmacia se ha visto afectada, el 33% de las farmacias declaran que sus pacientes-clientes, no circulan ni visitan los lineales como antes de la pandemia. La farmacia necesita recuperar y mejorar la gestión en el punto de venta, ya que impacta en la experiencia de compra y en la pérdida de negocio con otros canales. En todo caso, los farmacéuticos coinciden, en mayor o menor medida, en que el uso de las mascarillas debería ser recomendable para personas vulnerables o enfermos.