Por José María Visconti, profesor de ESIC.
Tras el confinamiento del covid entre los meses de marzo y junio en España, llegamos a una nueva conclusión: en estos cuatro meses las empresas impulsaron procesos de transformación digital que en condiciones normales hubieran tenido una estimación media de cuatro años.
Pensemos en el despliegue masivo y efectivo del teletrabajo, o en las prácticas creativas de empresas de sectores como la ganadería y la agricultura que al perder su demanda natural de Horeca han buscado nuevos clientes entre los consumidores particulares con fórmulas tan elementales como el whatsapp, o en las propias soluciones telemáticas para las gestiones con la Administración Pública… En ESIC, también hemos experimentado una profunda revisión del modelo de enseñanza.
Nuestra propuesta de valor defendía la enseñanza presencial como la única y mejor forma de conseguir los objetivos de aprendizaje de los programas. Al igual que pasara en otros sectores, el confinamiento nos obligó a ofrecer la oferta educativa a través de plataformas online.
Gracias a la experiencia que teníamos con más de 15 años impartiendo formación online, en no más de dos semanas la totalidad de nuestros alumnos y profesores podían dar continuidad al curso académico con conexión en remoto.
Obviamente, en el mismo curso académico las razones de fuerza mayor de protección de la salud pública, propiciaron que los estudiantes tuvieran acceso a dos experiencias educativas extremas: de 100% presencial a 100% online. En ese período de casi cien días, mucho hemos aprendido. Hemos asimilado que el entorno VUCA (acrónimo inglés para describir entornos volátiles, inciertos, cambiantes y ambiguos) es una realidad cotidiana. La mejor forma de gestionar sus factores limitantes es el uso de la tecnología digital. Ello nos libera de las restricciones típicas de espacio y tiempo, para que podamos ser más eficaces y eficientes.
Todos hemos avanzado en nuestros propios estándares de digitalización, como individuos y con nuestro entorno. Generaciones de abuelos que parecían excluidas de esta tecnología digital han sido capaces de manejar soluciones y aplicaciones que les permitía mantener el contacto con sus seres queridos, o realizar compras, o gestiones con empresas y administraciones públicas. Volviendo al sector de la Educación, aquellas personas que toman la decisión de invertir sus ahorros y su tiempo en formarse, demandan soluciones ingeniosas para que esa inversión no se vea comprometida.
En ESIC, nuestra respuesta ha sido ‘Transformative Learning’ que es un modelo de enseñanza híbrido que conjuga lo mejor del mundo presencial y de las tecnologías digitales, manteniéndonos fieles al espíritu de que el estudiante es el centro de nuestra propuesta de valor. Este modelo híbrido no busca sustituir la clase presencial por el acceso a documentos comentados a través de una plataforma digital, sino que pretende poder acceder en remoto a la experiencia docente que se está produciendo en clase. Y por supuesto, la clase en el aula también se adapta a la tecnología digital de cámaras, pizarras, softwares que propician nuevas experiencias para aprender. De esa forma se abren nuevas posibilidades de gestión del tiempo por parte de los alumnos, para que sus compromisos con el programa en el que están matriculados sean óptimos en términos del recurso más escaso y más valioso, el tiempo. Y ello es posible cuidando al mismo tiempo la experiencia docente presencial.
Además, introducimos materiales asíncronos como videos, lecturas, links, … en aquellas partes del programa que no requieren una alta intensidad de contacto con el profesor, para que el alumno tenga más autonomía a la hora de progresar por el recorrido curricular del programa, evitando así las servidumbres de clases sujetas a horario planificado. En ese sentido reforzamos la autonomía que damos al alumno con webinars y masterclasses donde revisar y asegurar en contacto con el profesor lo que, de forma individual, cada alumno ha trabajado por su cuenta. Son formas de asegurar una óptima asimilación de los objetivos de aprendizaje.
Como decíamos, hemos encontrado una solución que conjuga lo mejor de la experiencia presencial y las posibilidades de la tecnología, para que optar por la formación sea una posibilidad más asequible en los candidatos que más restricciones tienen de tiempo, o simplemente, más necesidad tengan de hacer compatible su compromiso con la formación y otras actividades. En un mundo en rápida evolución, con sectores muy afectados por la propia disrupción digital, la mejor forma de adaptarse al cambio con éxito, es estar preparado.
Adquirir y desarrollar las capacidades y habilidades digitales es casi un mandato. Con el modelo híbrido conseguimos que la forma de aprender sea en sí misma una reflexión práctica del cambio.
Para aquellos que busquen más detalles sobre nuestra particular solución, les invito a visitar: www.youtube.com/watch?v=aLTYGsCdxIQ