La venta libre permite a la Oficina de Farmacia independizarse de los pagos, o impagos provenientes del SNS, de forma que puede ejercer un mayor control financiero sobre su negocio, además de poder planificar de una forma mucho más objetiva su disponibilidad de capital futura y su capacidad de reinversión en su Farmacia.

Este hecho además, viene posibilitado por la creciente vertiente saludable que está cobrando fuerza entre la población. Esta vertiente está caracterizada por un gran esfuerzo en el cuidado de la salud y de la belleza, mucho antes de que ambas se estropeen. De esa manera, se ha producido un gran auge en el consumo de la salud, y ante tanta demanda, por supuesto también ha crecido la oferta. Surge entonces un gran problema para el consumidor, que tiene una gran oferta disponible, pero la cual carece de un respaldo de fiabilidad contrastada. Es en este punto, es donde la Oficina de Farmacia tiene que crear su oportunidad, aprovechando el enorme potencial que le confiere su papel como referente sanitario sin precedentes.

En este ámbito, la Farmacia debe de aprovechar las necesidades que se le presentan al consumidor de salud y ofrecerle una experiencia de compra que no pueda encontrar en otro sitio, diferenciándose del resto de sus competidores que únicamente pueden intentar presentar batalla en el aspecto del precio. No obstante, si la Farmacia empieza a trabajar adecuadamente estas categorías, su competencia tiene la guerra pérdida, ya que no pueden ofrecer ni crear esa experiencia que sólo un farmacéutico puede dar al consumidor.

Para ello eso sí, es necesario que la Farmacia comience a modificar el concepto tradicional que siempre ha presentado, aliviando al paciente cuando su salud ya está deteriorada, para comenzar a trabajar desde la salud del paciente potenciándola.

Cabe destacar, además, que trabajar la salud del paciente no sólo reporta beneficios a la propia Farmacia, sino también al propio cliente que goza de un mejor estado de salud, e inclusive, al propio SNS, dado que al tener una población más sana, esta requiere en menor grado de sus servicios.

Debo concluir, por tanto, que trabajar la venta libre requiere de un esfuerzo y una dedicación por parte de la Farmacia, que necesita desarrollar de una forma más eficiente estas categorías para poder dar un servicio excelente al cliente. No obstante, como hemos visto, los beneficios que puede encontrar por el camino le compensan. Ya lo dice el refrán, el que algo quiere, algo le cuesta.